07 octubre 2007

Nariz de oro ¿para qué?

¿Porqué de todos los sentidos tiene que ser el olfato el que tengo más desarrollado?. Sería una gran ventaja si me hubiese dedicado al campo de la creación de nuevos perfumes o bien a la enología. Sin embargo, de momento para lo único que me sirve es para que se me revuelva el estómago cada dos por tres. En el metro lo paso fatal, en la calle puedo seguir a alguien únicamente por su olor “axilar”. Incluso cuando estoy resfriada no lo pierdo sino que se me agudiza más. Vamos toda una tortura.

Por otro lado, me gusta imaginar que tiene algo de esa parte romántico-gótica del mundo de los no muertos. Aunque de momento sólo me he encontrado con vampiros que te chupan la energía, los amigos o las ideas.

De todas formas, estoy contenta de mi olfato porque tengo incorporado el olor personal de la gente que más conozco y eso resulta algo curioso que no todo el mundo puede afirmar.

¿Quién se plantea la desaparición de la percepción del olor?. Esta patología que hace poco he descubierto se denomina anosmia. Además de configurar un mundo sensorial totalmente desconcertante tiene una gran parte negativa a nivel emocional y nutricional.

En definitiva, me inclino a pensar que quizá mi agudez sensorial no suponga ninguna desventaja, sino todo lo contrario después de saber lo que conlleva un mundo sin olores... .

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